lunes, 21 de octubre de 2013

LA EMOCIONES BÁSICAS DE LOS NIÑOS

Las emociones básicas
Según el autor K.Briges el niño nace con una emoción básica; una excitación generalizada que pronto se diferencia en placer o en malestar y se manifiesta mediante la sonrisa o el llanto. 
A las pocas semanas estas expresiones se van volviendo cada vez más específicas y aparecen la alegría, el enfado, el miedo, la aversión y la sorpresa.
    - Alegría: A través de ella manifiesta el niño su bienestar; durante las primeras semanas está asociada a la liberación de tensión. Mientras duermen o se les acaricia pueden sonreír. En la sexta semana aparece la sonrisa social como respuesta ante la voz o rostro humano y a los 3 o 4 meses aparece la risa. Los niños sordos o ciegos también manifiestan esta emoción, por lo que se piensa que tienen un componente biológico. Por lo tanto, son universales y aparecen en todos los niños en los primeros meses de vida.

    - Enfado: Asociado a una sensación de rabia, enojo, irritabilidad, hambre, frío, no balanceo y lo  expresan mediante el llanto. Aumenta su intensidad y frecuencia desde los 6 meses a los dos años. El enfado es utilizado como un señal social ante el adulto, para que éste alivie su malestar. La tristeza es menos frecuente que el enfado; solo se da en hijos de madres deprimidas o en separaciones largas sin cuidados adecuados.    


     
     
    - Miedo: Se manifiesta en el bebé durante el primer mes de vida al ponerle boca abajo, los miedos más frecuentes son:  ansiedad ante los extraños, aparece en el octavo mes, depende de: las características del niño, de la situación del encuentro y de la forma en que el adulto se acerca al niño y de la angustia ante la separación: aparece cuando la figura de apego se ausenta.
     
    Ambas se deben a los logros  del desarrollo cognitivo:
  • El niño no distingue los rostros conocidos de los que no lo son, poco a poco irá distinguiéndolos.
  • No sabe que su madre sigue existiendo, aunque no la vea, lo irá entendiendo progresivamente.




     
    - Aversión: Genera una sensación de asco, disgusto o repulsión ante algo, se puede observar en la expresión facial del niño, ya que éste frunce el ceño, arruga la nariz, eleva los labios superiores. Aparece a partir de los 3 meses y lo manifiesta ante sabores y olores que no le gusten.



     
    - Sorpresa: Supone una reacción de asombro o sobresalto súbita ante una situación inesperada, produce alegría o ira. Aparece entre los 6 u 8 meses, cuando el niño puede distinguir entre sucesos esperados o inesperados. La expresión facial se caracteriza por: ojos y boca muy abiertos, elevación de las cejas, inclinación del cuerpo hacia adelante y exclamación: ¡Ohhhh!
     
     
    También muy importante son las emociones autoconscientes: aparecen en los niños a partir de los dos años e incluyen la autovaloración de uno mismo.  Sus tipos son: vergüenza, orgullo, culpabilidad y envidia. Es necesario que el niño se reconozca a sí mismo como individuo diferente a los demás (autoreconocimiento) y realice una valoración sobre sí mismo.
     
    Y por último recomendaros este maravilloso libro sobre las emociones que va afrontar vuestro bebé a lo largo de su crecimiento, en él aparecen imágenes y mucha información que os será de gran ayuda.
     
     

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